Comprar un coche nuevo es, cada vez más, todo un acontecimiento. Ir a recogerlo es algo todavía más importante, donde en muchas ocasiones incluso nos acompañan los familiares más allegados. Tal vez por ese motivo uno de los momentos más difícil tras comprar un coche es la espera, ese momento desde que firmas el contrato hasta que te entregan las llaves de tu flamante coche. En Estados Unidos la filosofía es muy diferente y se trabaja más con stocks que con pedidos a fábrica, para así reducir los tiempos de entrega y poder llevarte el coche puesto, pero con el Cadillac Escalade, los clientes se impacientan.
El nuevo Cadillac Escalade es un modelo muy importante para General Motors. Es actualmente, por refinamiento y tecnología, el referente de su segmento y la marca quiere asegurarse de que todo salga bien. Por ese motivo en la fábrica de Arlington, Texas, donde se fabrica, los procesos de calidad son mucho más exhaustivos, lo que retrasa la llegada de los coches a los concesionarios, junto a algunos problemas logísticos. Algunos concesionarios están preocupados por esta situación.
El gerente de un concesionario de Florida está muy satisfecho con la acogida del nuevo Cadillac Escalade, asegura que más de una docena de clientes ya han formalizado las órdenes, y que muchos otros están esperando a hacerlo. Pero los largos tiempos de espera están haciendo que algunos clientes se desesperan e incluso en algunos casos, han llegado a cancelar la orden de compra. Y el problema no está en el plazo de espera, sino en que debido a estos cambios de última hora, se percibe una falta de seriedad cuando el concesionario no sabe decirle al cliente cuando recibirá el coche.
Según un portavoz de Cadillac, parte de los retrasos se deben a unos más minuciosos controles de calidad, relativos