En un mundo en el que la moda se convierte en un gigante titán que mueve los engranajes del planeta, los SUV se han colado en nuestras vidas. Disfrutan de un espacio más desahogado, pueden llegar a ser muy versátiles, y, en la mayoría de los casos, enseñan un diseño atractivo. Además, la famosa frase “burro grande ande o no ande” se cuela en la sociedad más veces de lo que podemos llegar a imaginar.
A quien estamos a punto de decir adiós, también le ha absorbido esta corriente. Lo vimos en el recorrido por su diseño exterior e interior, quedándonos con una palabra que nos lleva persiguiendo desde entonces, diferente. Del mismo modo, charlamos con su motor, conociendo además sus capacidades dinámicas. Argumentos varios sobre la mesa, aunque no suficientes para concluir.
El Ford EcoSport acaba de aterrizar en este duro segmento de los B-SUV. Frente a él, enemigos que, pese a su juventud, de esto, saben un rato. Para combatirlos, el americano se decanta por ser más personal y por ofrecer un equipamiento de serie más completo. Dos buenas armas que pueden catapultarlo al estrellato, o dejarle en el rincón de la ropa sucia.
Pero, ¿qué ofrece este pequeño SUV? En realidad, por el momento, su oferta es limitada. Solo disponemos de un acabado, “ECOSPORT”, que viene a ser el de serie. Una elección obligada que no ocurre con la gama cromática, pudiendo elegir entre 7 colores diferentes. Ni con la gama mecánica, con dos alternativas para ocupar las entrañas del yanqui.
Al margen de estos dos dilemas, este acabado que ofrece disfruta de accesorios de calidad. Para empezar, los asientos los cubre un tapizado en piel con costuras en color rojo, material que también remata las puertas. En el apartado tecnológico, encontramos sensor de lluvia, de luces, de aparcamiento trasero, y