Existen datos aplastantes que avalan que una persona obesa tiene más probabilidades de fallecer en un accidente grave. Existen aún más datos que avalan que las sociedades occidentales caminamos hacia un futuro de obesidad, ya sea por nuestros malos hábitos o por el estilo de vida que prevalece en nuestros países, un futuro que no solo acarrea problemas de salud, sino también para la seguridad vial. ¿Qué soluciones nos quedan? Descartada la opción de pedir a la sociedad que adelgace para minimizar su riesgo de fallecer en un accidente, los fabricantes encontraron otra solución interesante, diseñar sus coches para mejorar la protección de pasajeros gorditos y obesos. ¿Y cómo lo hicieron? Diseñaron dummies con sobrepeso.
Los dummies han de reflejar con fidelidad el cuerpo de una persona. Y la realidad de las sociedades avanzadas es cada vez más la de una población con sobrepeso.
Por curioso, y hasta divertido, que parezca el asunto, es bastante serio. A lo largo del siglo XX, las pruebas de impacto con réplicas de humanos a escala real, o incluso con cadáveres, el lado más tétrico de la seguridad, permitieron que la industria aeroespacial, o sin ir más lejos, la industria del automóvil, avanzara con pasos de gigante en la protección de sus pasajeros.
El objetivo de estas pruebas siempre pasó por crear réplicas humanas lo más próximas a la realidad que fuera posible. Y como contaba la CNN en un reportaje, los responsables de crear estos dummies se encontraron con la necesidad de desarrollar réplicas humanas más cercanas a la realidad actual, es decir, con sobrepeso.
Humanetics ATD, empresa fabricante de dummies, se percató de que un dummy de 72 kilogramos ya no era representativo de la sociedad estadounidense y creó un dummy con 124 kilogramos.
La compañía Humanetics ATD se percató de que un dummy de 72 kilogramos