Pedir un coche completamente personalizado a fábrica es algo que muy pocos fabricantes ofrecen y como máximo exponente tenemos a Rolls-Royce, encargada de satisfacer los gustos más exigentes, y a veces estrambóticos, de sus acaudalados clientes. Rolls-Royce Maharaja Phantom Drophead Coupe es la última creación de la división Bespoke de la marca. Se trata de una unidad especial destinada a clientes de Dubái, aunque se desconoce el número de unidades, se espera una tirada muy limitada.
Esta edición especial se ha creado inspirándose en los años dorados de los rajá (reyes) indios, que siempre han sido fieles clientes de la marca Rolls-Royce. En el museo Torre Loizaga de Vizcaya podemos contemplar alguna de las 840 unidades de modelos Rolls-Royce que los Maharajas compraron en un período de 50 años. Pero este no será el único modelo que tratará de plasmar en el presente los antiguos coches ordenados por los Maharajas, el Rolls-Royce Maharaja Phantom Drophead Coupe es el primero de una serie.
Por supuesto, siendo un Rolls-Royce y más aún estando inspirado en la antigua realeza de India, la construcción y diseño de este coche se ha cuidado al máximo en un proceso largo que ha tardado dos años en materializarse. La carrocería está pintada en un elegante blanco metalizado Carrara White, una pureza solo rota por el color verde esmeralda de la línea que recorre la carrocería y que representa al Pavo Real, ave muy característica de la India. La capota también es de color verde.
En el interior se mantiene la misma combinación, con unos asientos y paneles de puerta tapizados en cuero blanco de la más alta calidad, que combina con otras partes tapizadas en cuero verde esmeralda en las puertas y en la parte superior del salpicadero y el marco parabrisas. El Pavo Real vuelve a estar presente en