Considero que, ventas al margen, estamos viviendo una buena época en el mundo del automóvil. Estamos viendo como cada vez más fabricantes se ponen las pilas y dan un vuelco importante a su gama, ofreciendo productos más importantes. Algo está pasando en Mercedes, una marca tradicional que se ha abierto a un nuevo público de forma extraordinaria y exitosa, pero otras marcas como Peugeot también están experimentando un punto de inflexión.
En el caso de los del león este fue el lanzamiento del Peugeot 208, un modelo al que han seguido otros, como es el caso del Peugeot 308 SW que probamos esta semana en ActualidadMotor. Es la carrocería familiar de compacto de segmento C de la marca, que está cosechando un gran éxito. El Peugeot 308 se ha reinventado por completo, incluso en su gama de motores, ya que probamos la versión más interesante, el 1.2 PureTech Turbo de tres cilindros y 130 caballos en acabado Allure, el más alto de gama.
El Peugeot 308 SW es la segunda carrocería del modelo, después del cinco puertas, que ya pudimos probar con motor diésel de 115CV. Las diferencias con el compacto radican en una longitud 33 centímetros mayor, alcanzando así los 4,59 metros. De esa longitud extra 11 centímetros van a parar a la batalla, ganado 3 en las plazas delanteras y 6 en las traseras, por lo que la habitabilidad es mejor. El maletero también crece hasta los 610 litros de capacidad.
Visto esto la elección de la carrocería familiar estará siempre orientada, como es habitual, a quien busca más espacio de carga y una mejor habitabilidad trasera sin acabar con un coche excesivamente grande. Este 308 SW tiene el tamaño aproximado de una ranchera de segmento D de hace unos años, siendo suficiente para la mayoría de conductores.
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