La marca bávara BMW, tras presentar su nueva Serie, la 4, lanzaba al mercado los correspondientes M3 y M4. Como no podía ser de otra manera, esto significaba que la rejuvenecida carrocería de la Serie 3, que en mi opinión ha ganado y mucho respecto al E90, alcanzaba la cima con su versión deportiva pertinente. Del mismo modo, el serie 4, hacía lo propio con su versión coupé, presentándonos el M4. Un animal salvaje al que le seguía el M4 Cabrio.
Los tres esconden el mismo corazón debajo de su arquitectura. Una construcción similar, donde la mirada es la parte destacada del envoltorio. Pues bien, tras establecerse en el mercado, la firma de las aspas pone a disposición del cliente una serie de accesorios M Performance que avivan la ya de por sí ardiente cubierta del trío deportivo.
Para empezar, en la gama de elementos M Performance que están destinados al exterior, podemos encontrar detalles en carbono para la parte fronta, y un alerón y difusor trasero construidos en el mismo material. También, el vestido de los M puede lucir faldones laterales además de los colores de guerra de la división de alto rendimiento insertados en una franja que rodea el perfil.
El habitáculo no podía quedarse atrás, y por eso M ha introducido un volante especial M Performance forrado en Alcantara. Para darle un toque aún más radical, recubriendo el conjunto vemos remates en carbono. Unas inserciones que acompañan a la pantalla desde la que podemos solicitar información sobre los tiempos de vueltas, aceleración, y demás funciones dependiendo del modo de conducción que tengamos seleccionado.
Un peligroso atuendo puede asustar, pero si no viene acompañado de un ronquido en condiciones… el susto no te hará temblar. Para ello, están disponibles nuevos silenciadores que adornan el rugido de estos M. Y es que está