El arte del do it yourself, el háztelo tú mismo, aún está por explotar en la industria del automóvil. Evidentemente, un coche no es un mueble de Ikea, que con un manual de instrucciones y una llave Allen pueda ensamblarse en cinco minutos. Pero sí es cierto que un diseño inteligente, y el margen suficiente para unas pequeñas modificaciones, como la disposición de los asientos, puede marcar la diferencia a la hora de mejorar la habitabilidad y multiplicar las posibilidades de un coche. Esa es una de las ideas que persigue el Toyota U2 Concept, un prototipo de furgoneta que ha sido diseñado para adaptarse de manera rápida y sencilla a las diferentes necesidades del cliente.
La clave del U2, por lo tanto, está en los diferentes elementos que se han distribuido por su habitáculo, como las butacas desmontables en unos segundos, incluida la del acompañante, y una práctica bandeja adosada al salpicadero que en un momento dado nos puede servir de escritorio, para conectar el portátil y responder unos emails. El U2, además, añade una segunda peculiaridad al vehículo comercial ligero, la de rendirse ante la moda SUV y que este goce del aspecto de un todocamino.
Años atrás ya vimos otros prototipos muy peculiares de Toyota, como el Camette, un pequeño vehículo do it yourself de ensamblado sencillo, pensado para niños y para toda la familia.
El U2 Concept entremezcla diferentes conceptos, la versatilidad de un pick-up, con la cabina cerrada de una furgoneta, además del diseño atractivo de un SUV.
Por lo tanto, este prototipo también pretende alejarse de la imagen sobria y sencilla de una furgoneta, abogar por un diseño SUV. Un pick-up, por ejemplo, es un vehículo muy práctico para las necesidades de un profesional que requiera transportar cargas voluminosas o pesadas. El prototipo Toyota U2 Concept ha rescatado