Cuando Opel lanzó el ADAM no fuimos pocos los que aplaudimos la apuesta del fabricante. El mercado de los pequeños urbanos de aspiración premium estaba en pleno apogeo y su aspecto simpático y completamente personalizable hicieron de él un coche muy apetecible que únicamente pecaba de una gama mecánica algo anticuada y poco eficiente.
Ahora nos presentan el Opel ADAM Rocks, una mezcla de especies de lo más atrevida que quiere jugar con dos bazas, su aspecto crossover a pesar de su carácter urbano, y su techo de lona retráctil que proporciona una experiencia más pura. Además estrena una nueva gama de motores 1.0 más eficientes. Todo ello lo ponemos a prueba en Riga, Letonia.
Crossover urbano y descapotable
El Opel ADAM Rocks es una mezcla de estilos que, a primera vista, parece incomprensible. Pero Opel ha sabido jugar sus cartas y ha realizado las pertinentes modificaciones allí donde más van a llamar la atención. El aspecto todocamino es algo que gusta en el mercado, y ahora lo podemos combinar también con un techo de lona retráctil.
El Rocks basa su diseño en un aspecto más rudo y, según la marca, masculino. Esto es que añade protectores plásticos en los bajos de los paragolpes, taloneras y pasos de rueda. Además gana 15 mm de altura al suelo, quedando un total de 14 mm que fortalece su faceta todocamino.
El resto del diseño es calcado al de un ADAM estándar, como el que probamos meses atrás. El frontal muestra la cara actual de la gama Opel, con su parrilla específica. Las líneas de tensión de los laterales nos llevan hacia una trasera cargada de estilo, con unos pequeños pilotos en forma de punta de flecha y a una parte baja rematada por una salida de escape de serie en esta versión.
Como complemento, es exageradamente personalizable, con