Las alarmas han saltado en Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo abandona el cargo de CEO de Ferrari. Sin duda se trata de un movimiento esperado a juzgar por los últimos rumores que han corrido en los grandes premios de Fórmula 1. Su dimisión parece responder a diferencias con el accionista Fiat-Chrysler y a una temporada en Fórmula 1 excesivamente poco agraciada.
Hoy, Luca Cordero di Montezemolo anunciaba su dimisión como máximo responsable de Ferrari tras 23 años en el cargo. Es y ha sido el sucesor del propio fundador de la marca, Enzo Ferrari, y en su currículo puede mostrar orgulloso la mejor etapa comercial de la historia del Cavallino Rampante.
Lejos del éxito comercial de Ferrari, en lo deportivo, concretamente en Fórmula 1, son ya demasiadas temporadas las que llevan arrastrándose por los trazados de medio mundo, una situación de la que su máximo accionista, Fiat-Chrysler, está cansado. Todo a pesar de haber pasado por una victoriosa etapa con Michael Schumacher como piloto estrella durante su mandato.
Sergio Marchionne, cabeza del grupo accionista tomará las riendas por el momento. La intención no es otra que mejorar las cifras de la marca de deportivos en todos sus frentes. Mientras que en la Scudería Ferrari de Fórmula 1 se esperan cambios para los próximos meses, la fábrica dedicada a vehículos de calle podría ver incrementada su producción hasta las 10.000 unidades anuales. La idea de meterse en berlinas de lujo o SUV suena todavía muy lejano a pesar de los rumores.
Y es que Ferrari, en un intento por preservar su exclusividad, limitó su fabricación a 7.000 unidades. Este escaso volumen no amenazó unas ventas espectaculares que dejaban los mayores beneficios de la historia de la marca, convirtiéndose en una marca de superdeportivos con una estrategia a seguir.
La idea de Fiat-Chrysler es aprovechar este tirón