Lo que ves no es la interpretación del nuevo Mustang de un artista del Photoshop. Lo que ves son los bocetos originales que dieron como resultado el Mustang que conocemos, el que el año que viene debería llegar a los concesionarios europeos en 2015. Aunque aún estemos esperando ansiosos la llegada de este nuevo Ford Mustang 2015, el primero con vocación global, creado para los clientes de todo el mundo, el proceso de diseño comenzó mucho antes, hace un lustro. Los primeros bocetos y la formación de un grupo de diseñadores comenzó en 2009. Y en ese largo camino hasta el Mustang definitivo, habría diseños tan sorprendentes como el que ilustra esta entrada. Así podría haber sido el nuevo Mustang.
Pensemos que Ford tenía una de las misiones más complicadas de su historia. El Mustang es un icono, uno de los modelos más importantes de la marca, quizás no por volumen, pero sí por imagen. El nuevo Ford Mustang 2015 tenía que satisfacer a los clientes de su feudo, ser fiel a su historia, a su leyenda, a las claves que lo convierten en el pony car por excelencia. Pero a la vez era necesario ofrecer un producto del gusto europeo, un coupé que traspasase fronteras por algo más que por la cara bonita y el legado de su nombre, con un diseño moderno y cargado de testosterona, pero a la vez limpio y refinado.
En la tradición hebrea, el golem era una bestia de barro creada para salvar y proteger a los judíos. Una bestia que en malas manos podía acabar rebelándose a sus creadores.
Basta ver la imagen que ilustra esta entrada para comprender los cambios que se realizaron sobre aquellos primeros bocetos y aquellas recreaciones tridimensionales. El nuevo Mustang perdió músculo, esa inmensa entrada de aire en el capó, refinó