Por suerte, los reventones repentinos ya no están entre las principales preocupaciones de los conductores. La tecnología utilizada en la carcasa de los neumáticos ha mejorado mucho en las últimas décadas, haciendo que la incidencia de un pinchazo o un reventón sea cada vez más anecdótica. Por otro lado, cuando el reventón te sorprende en carretera, la tecnología presente en nuestros automóviles también ayuda a controlar el automóvil y que todo quede en una mera anécdota, siempre y cuando vayas a velocidades legales. Y es que, como veremos en este vídeo, sufrir un reventón a 225 km/h puede darte un susto que jamás olvidarás.
Una velocidad demasiado alta y una presión más baja de la necesaria, pueden producir un reventón como el de este vídeo.
En el caso que nos ocupa se unen varios despropósitos. Para empezar, tenemos un Pontiac Trans Am preparado con mucha más potencia de la que ofrecía de serie. También tenemos un pique en carretera pública, al parecer con el beneplácito de las autoridades. Por último, tenemos una velocidad muy alta, más de 225 km/h, a la que cualquier incidencia se puede transformar en un accidente mortal de necesidad o, como mínimo y dando gracias a todos los dioses que se te vengan a la mente, en costosos desperfectos para tu coche.
Hay múltiples causas por las que se puede producir un reventón. Los sensores de presión que equipan los automóviles modernos son muy importantes para evitarlos, en tanto nos advierten si la presión de nuestros neumáticos es muy baja. Y es que precisamente muchos reventones se producen por una presión demasiado baja en el neumático, por efecto de la mayor fricción y el aumento de calor interno que se produce en las capas del neumático. Si a eso le sumamos una velocidad excesiva, ya tenemos servido el coctel