El pasado fin de semana en Nürburgring, Kimiya Sato se proclamó campeón de la Auto GP a falta de una ronda, la última de la temporada en Estoril, en octubre. El piloto nipón consigue su objetivo después de un fin de semana sólido donde no hubo nada raro que pudiera cambiar el orden natural de las cosas. Así, Sato se puede centrar ahora en la GP2 como campeón de «su» otra categoría. La primera carrera del fin de semana empezó con Kimiya Sato en última posición de parrilla tras problemas de frenos en la sesión clasificatoria. Sus rivales por el título partían todos delante y en la salida fue Kevin Giovesi quien tomó la iniciativa por delante de Tamás Pál Kiss y Markus Pommer. Sato, por su parte, empezaba un inicio de remontada. El piloto japonés recuperó posiciones poco a poco mientras Pommer primero y Pál Kiss luego paraban a boxes a cambiar sus gomas. Mientras tanto, el de Euronova alcanzaba a Giovesi, que paraba a boxes cuando aún mantenía la primera posición y empezaba a verse amenazado por Sato. Este seguiría en cabeza con la intención de parar tarde pero la sorpresa estaba por llegar. Dicha sorpresa era la tanda de seis pilotos con drive through por no haber respetado banderas amarillas. Entre estos se encontraban Kevin Giovesi y Kimiya Sato, lo que dejaba la carrera en bandeja de plata a Tamás Pál Kiss a pesar del gran ritmo de Sato. El líder del campeonato seguía intentando sacar más ventaja para buscar una posible, aunque difícil victoria. Finalmente, la ventaja que Sato sacaba sobre Pál Kiss no era suficiente y una vez realizada su parada, volvía a pista en segunda posición, por detrás del húngaro, que volaba hacia un nuevo triunfo. A pesar de todo, a media tarde
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