Las compañías o empresas están para ganar dinero. Tener ingresos y beneficios es su principal preocupación en los tiempos que corren y ya solo ser rentable es toda una odisea, pero en el sector del lujo, no hay crisis que valga. Siempre se ha dicho que la crisis es para los pobres y con noticias como esta, dan la razón a tan desafortunado dicho. Porque ¿qué pasa si una empresa gana más de lo que tenía pensado? Pues que amplia producción, crea empleo, siempre dentro de unos márgenes que lo posibiliten.
Pero si eres una empresa destinada a la exclusividad y la calidad, cuando la demanda por tu producto sube mucho, esa exclusividad se pierde. Pues eso mismo le está pasando a Porsche, llevan tal récord de ventas este año que su exclusividad como marca se ha visto amenazada. Porque claro, ¿quién no puede permitirse un Porsche nuevo hoy en día?
Algo parecido anunció Ferrari hace poco tiempo, tal era la demanda que había por hacerse con un Ferrari, que iban a limitar su producción seleccionando incluso a los clientes que ellos quieran. Pero con Porsche es diferente, el 911 sigue siendo su estandarte, pero hace varios años peligró su continuidad y hasta la propia marca. En esa época de decadencia, el Grupo Vag se hizo con ella pagando solamente 8400 millones de euros. Calderilla para lo que es hoy y los beneficios que genera.
Todas las marcas han de renovarse con el tiempo y cambiar al igual que cambian los gustos del consumidor. Por eso nos llevamos las manos a la cabeza cuando BMW sacó los M diésel o su anunciada tracción delantera. Pero en este caso, Porsche se salvó gracias a su visión de un SUV, el Porsche Cayenne o su impresionante gran berlina, el Porsche Panamera. Son sacrificios que a los más puristas