Audi va a aceptar el castigo que se le ha impuesto por el incumplimiento de las leyes anti-monopolio en el mercado de automóviles más grande del mundo. Una investigación realizada por las autoridades chinas encontró que la filial distribuidora de Audi, FAW-Volkswagen Sales Co., había violado las leyes anti-monopolio, como hicieron constar en una declaración. Esta investigación se engloba en una campaña de sondeo que ha durado más de dos años por parte del gobierno, centrando sus pesquisas en las actividades ilícitas de empresas extranjeras de diferentes sectores.
Con la “nueva era” que hace renacer al país más poblado del mundo, las normas de represión anti-monopolio intentan poner fin a los días en que los fabricantes extranjeros obtenían pingües beneficios en el mercado asiático, presionando al menos a siete fabricantes de automóviles para que reduzcan sus precios. La incertidumbre ante las nuevas normas genera un clima de negocios más incierto para las marcas. Algo por otro lado fácil de entender, dadas las abusivas políticas de precios que ciertos fabricantes emplean en países con economías florecientes.
Audi, BMW, Mercedes-Benz, Jaguar-Land Rover, Chrysler, Toyota y Honda han anunciado recortes de precios en su gama de vehículos y en los repuestos a raiz de las actuaciones de los órganos de gobierno. Los precios de los vehículos importados han venido demostrando ser ostensiblemente superiores a los de otros mercados, e igualmente sucedía con los recambios, que llegaban a hacer prohibitivas reparaciones a priori no necesariamente costosas. Los márgenes de ganancias de Audi y Volkswagen han demostrado ser muy superiores a los que tienen, por ejemplo, en Europa.
En el comunicado de prensa hecho público por Audi, la empresa muestra su intención de cooperar con la investigación y aceptará la pena impuesta por la violación de leyes nacionales anti-monopolio, pese a no hacer mención expresa de reconocimiento de