Hablar de Cadillac y hablar de jacuzzis probablemente se sinónimo de lujo. Pero te los estás imaginando separados, aquello de llegar a tu casa de lujo en tu coche y darte un baño relajante. Pero para que no tengas que esperar a llegar a casa, dos ingenieros han ideado el Cadillac convertido en jacuzzi rodante.
Phil Weicker y Duncar Forster son dos ingenieros con mucha imaginación. Tal vez con la idea común de construir un coche diferente, dieron con el camino para idear un jacuzzi rodante. Y para ello echaron mano de un Cadillac DeVille de 1969 en estado de desguace para reconvertirlo. ¿No es el mejor coche para chulear en los semáforos?
Pues imagina que en vez de ir sentado en unos cómodos butacones de cuero lo haces sentado en el suelo de un jacuzzi, rodeado de agua y sintiendo el suave masaje de las burbujas. Esto es posible gracias a la creación de estos dos personajes, que han pasado los últimos 6 años de su vida en este proyecto.
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Para llevarlo a cabo, han vaciado por completo el Cadillac y han instalado en su lugar planchas de fibra de vidrio para el jacuzzi, por supuesto, con sus chorros accionados por una bomba instalada en el maletero. Carece de absolutamente todo en su interior, hasta de puertas, que han sido obviamente condenadas.
Lo único que permanece dentro es el volante, y es que podemos conducir este coche a la vez que nos damos un baño. Los pedales también han sido sustituidos para asegurar la estanqueidad, y se instalan ahora unos mandos de embarcación en la puerta del conductor, pudiendo manejar con la mano el cambio automático, el acelerador y el freno.
Con este Cadillac jacuzzi rodante nuestros protagonistas, además de no pasar calor en verano, pretenden conseguir un récord como el jacuzzi rodante más