Bentley está dispuesta a convertirse en la última firma en decir adiós a los motores de doce cilindros. Pese a las obligaciones en tanto a mejora en eficiencia y normativas medioambientales, el deseo de Bentley es proteger la fabricación de motores de doce cilindros. Bentley asegura tener suficiente margen de evolución para mantener estos motores en su gama, pero el fabricante británico no es el único fabricante que ha confirmado una férrea defensa de los motores de doce cilindros.
El final de los 12 cilindros, por suerte todavía habrá que esperar
Tras la introducción del motor 4.0 V8 Twin Turbo en su gama, Bentley planea ofrecer otro gran salto tecnológico en sus modelos. Éste no será otro que la llegada de un sistema híbrido enchufable capaz de convertir el propulsor V8 de 6,75 litros en un diseño capaz de homologar consumos en torno a los 5 l/100 Km. El gran secreto, claro está, no es otro que la implementación de un pack de baterías capaz de ofrecer una autonomía en modo eléctrico de entre 30 y 50 kilómetros.
Pero volvamos al motivo de este titular. Bentley anunciaba recientemente el aumento de la producción de los motores 6.0 W12 Twin Turbo hasta las 9.000 unidades anuales. Este aumento de producción en la factoría de Crewe debe soportar la demanda de los nuevos modelos de Bentley, principalmente el futuro gran SUV, y abastecer al resto de fabricantes del grupo Volkswagen que emplean diferentes configuraciones del bloque W12.
Desde Bentley se señala que el propulsor W12 aún guarda margen de mejora en tanto a consumos y rendimiento. En primer lugar está la implantación de la inyección directa, la cual no debería tardar en llegar. Al mismo tiempo, la introducción de nuevos sistemas de admisión, escape y distribución variable figura entre los planes, junto a la integración de