Aquellos coches malos que no eran tan terribles

Hablar de coches malos de solemnidad nos lleva a varios escenarios posibles. Uno es el de los coches que nos parecieron malos porque se nos antojaron más feos que pegarle a un padre con un calcetín sudao. Otros se nos colaron por malos porque nos contaron que su calidad era algo más que cuestionable, aunque […]

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